El objetivo de este tipo de Psicoterapia es que el niño/niña y el/la adolescente se vaya realizando como persona, que vaya desarrollando sus potencialidades, sus propios valores personales y de convivencia.
Desde edades muy tempranas es posible encauzar o reencauzar la energía natural de los niños, niñas y adolescentes para que, sin dejar de ser vitales y activos, puedan atender y cumplir satisfactoriamente con aquellas responsabilidades adecuadas a su edad, las cuales les permitirán ir adaptándose de forma natural a la sociedad en que viven y se desarrollan.
Respecto a aquellas dificultades con las que pueden encontrarse, podemos destacar algunas como: bajo rendimiento escolar, celos y envidias, pasividad / agresividad excesiva, desmotivación, dificultades de relación, duelo por separación de los padres, contacto con sustancias tóxicas, etc.
Es importante tener en cuenta que en este tipo de intervención, el paciente clave es el niño/niña o adolescente y las acciones terapéuticas a emprender siempre son para su bienestar y crecimiento personal; sin embargo, es necesario incluir también a los padres/madres o tutores/tutoras, que son su familia y principal apoyo, además de ser quienes, en última instancia, son sus responsables legales y deciden la asistencia de los/las menores a la terapia.
Cada tratamiento empieza con una entrevista con los padres y/o madres, seguida de una evaluación psicológica del niño/niña o del adolescente, acompañada de una serie de sesiones individuales recomendadas a cada caso, y posteriormente, la realización de sesiones de contraste periódico, de nuevo con los padres y/o madres.
Este método podrá variar dependiendo de la edad del paciente y de la gravedad de la situación planteada.
Las sesiones con los niños/niñas y/o los adolescentes, son individuales y su duración es de aproximadamente una hora.
Las sesiones de seguimiento con los padres y/o madres, son puntuales y de una duración de hora y media aproximadamente.